16.1.12

El fin que no justifica los medios

Nunca me ha gustado que me digan lo que debo hacer o no, pero menos aún que a alguien se le ocurra apelar a mi sentido de culpa. Ya han sido muchos años conviviendo con él y, aunque sé que nunca nos desharemos el un del otro del todo (ya he dicho que son muchos años) sí que he conseguido que no se apodere de todas las razones que me llevan a hacer lo que hago.
Cuando alguien, a sabiendas, apela a ese sentimento para conseguir algo de mi, se equivoca completamente de camino. Me hará enfadarme, plantearme cosas, pero no logrará que haga las cosas porque de verdad deseo hacerlas. Quien de tal modo actúa cree que me conoce, pero no es mi amigo. No me van las medias tintas ni los rodeos. Directo, sin anestesia, no importa que haya dolor, ya se curará.