6.10.07

"COMO PEZ FUERA DEL AGUA"



Siempre estaba ocupado, con la agenda repleta de compromisos las veinticuatro horas, y eso que era un pez de lo más sencillo y convencional. No se consideraba ni mejor ni peor que los demás, pero era feliz.

Vivía en un lugar precioso, rodeado de miles de familiares y amigos, con los que siempre solía salir a pasear. Surcaban los mares durante horas, días... y contemplaban felices la inmensidad del océano. Y, aunque cuando nadaba solo tenía muy claro el lugar hacia el que deseaba ir, cómo llegar a él y cómo volver, llegó un momento en el se le ocurrió dirigirse hacia un rumbo desconocido. Aquella idea le llenaba de ilusión, pero cuando llegó hasta él, enseguida se dio cuenta de que no encajaba con los demás peces, no conocía bien el hábitat de la zona y a sus agallas les costaba abrir y cerrarse para respirar con facilidad. Además de eso, el viaje había sido tan sorprendentemente largo y duro, que la idea de regresar se le hacía casi un imposible. No quería aparecer ante los suyos como un fracasado, o como quien tira la toalla a la primera de cambio.

Lo intentó. Nadó a contracorriente, quiso hacer nuevos amigos, surcar otros bancos de coral, pero... siempre se encontraba fuera de lugar, lejos del viaje en grupo, de las bromas de otros, de los colores, las risas y los llantos. No hallaba la forma de ser quien creía ser.

Tan desesperado se llegó a sentir que, un día, harto de saberse lejos del lugar en el que estaba y más aún del que deseaba estar, mordió el primer anzuelo que encontró a su paso para poner fin a su angustia. No le parecía una salida fácil, ni se supo cobarde por llevar a cabo tal despropósito.
Unas manitas tiernas recogieron su pequeño y escamado cuerpo. Sus ojos destilaban dulzura, amor, tanto, que, sin saber cómo, le devolvieron al lugar al que pertenenecía.

Estaba en su hogar, en el lugar al que pertenecía. Por fin, sin apenas darse cuenta, consiguió volver a respirar.

6 comentarios:

Isa dijo...

¡Ay, qué lindo!. Es la primera vez que visito tu blog y vengo a través del de Lisi, y quise conocerte al leer tu escrito sobre María que se pone a dieta ¡nefasta!. Me encanta como escribes y no te estoy "haciendo la barba" como decimos por acá en México. Procuraré visitarte más.
Lindo tu pez.
BESOS.

Lisi dijo...

Tia, he visto tu comentario en mi blog - por lo visto no te han estado llegando ninguno de mis e-mails! Y ya van varios! Estoy intentando reenviarlos ahora y no hay manera. Hemos estado teniendo un monton de problemas con la cuenta. Que pena!

Anónimo dijo...

Un gran escrito!!

Descritor. dijo...

Hola, Laia, me llamo David y soy cristisno evangélico. También me gusta escribir relatos y estoy escribiendo uno acerca de las relaciones conyugales, es una especie de parábola que voy publicando por entradas también. Te dejo la dirección por si la quieras leer y dejarme algún comentario: www.laesenciadelamor-novela.blogspot.com

Lisi dijo...

Te echo de menos. :-(

Laia dijo...

Ay, Lisi, cuánto me cuesta ponerme... con lo que me gusta escribir. Tendría que ser un trabajo diario para mi, como comer o dormir, pero... Muak!